HEGEL Y SU FILOSOFIA

Hegel es el más constante y reflexivo de los pensadores idealistas. Su inmenso proyecto filosófico encierra los objetivos de sistematizar las concepciones que le antecedieron y crear un nuevo aparato conceptual que posibilite la comprensión del conocimiento y de todas las dimensiones de la naturaleza humana. La recepción de la filosofía de Hegel será determinante para entender la evolución de todo el siglo XIX.

Principales temas en la obra de Hegel

  • El espíritu: conjunto de manifestaciones y potencialidades del sujeto en permanente desarrollo, que adquiere diferentes formas.
  • La dialéctica: principio que estructura la realidad y el conocimiento. Expresa las relaciones de oposición, mediación y superación a partir de las cuales deviene el todo.
  • La historia: es un proceso sujeto a la «astucia de la razón» y encarna las distintas fases por las que atraviesa la libertad de los hombres hasta su definitiva realización en el Estado.
  • El cristianismo: fue objeto de reflexión en sus libros juveniles. Considera que el contenido de la religión cristiana coincide con el contenido de la verdadera filosofía.

La filosofía del joven Hegel


La fenomenología del espíritu


El espíritu es el poder sobre lo sensible y lo externo, lo que permite configurar un sentido de lo ideal. El hombre, como espíritu, encierra tensiones entre lo que sabe del mundo y lo que quisiera que fuera el mundo, entre el mundo de la naturaleza y el del ideal. Esta distinción es lo que Hegel denomina Espíritu finito.
El espíritu adquiere diferentes formas de conciencia que culminan en una conciencia total o «conocimiento absoluto», que se puede describir como la autoconciencia del espíritu. Cuando el espíritu no toma conciencia de sí como oposición radical entre el ideal y la realidad, el resultado es una conciencia desgraciada.

La conciencia desgraciada

  • La conciencia desgraciada aspira a ser independiente del mundo material, a ser eterna y espiritual. Al mismo tiempo, se reconoce como parte del mundo físico y sensible, produciéndole penalidades. Esto divide al individuo, le enfrenta a sí mismo y le hace creer que todo lo bueno es obra de Dios.
  • Una conciencia desgraciada no comprende que las cualidades espirituales de Dios son de hecho cualidades del propio individuo.
  • La conciencia desgraciada es una conciencia alienada que proyecta su naturaleza en un lugar fuera de su alcance y convierte el mundo real en un mundo miserable.

Conclusiones

  • Cuando el espíritu llega a conocerse a sí mismo como la realidad última y definitiva y cuando comprende que todo lo que le era ajeno y hostil forma parte de él, el proceso dialéctico lleno de tensiones y conflictos llega a su fin. Este final es el conocimiento absoluto.
  • Dicho final coincide con un estado de libertad, porque el espíritu ya no está controlado por fuerzas externas, y es capaz de aplicar su principio de racionalidad al mundo con el fin de organizarlo.
  • Una vez constatado que la autoconciencia se convierte en libertad porque el espíritu es la realidad última, comprendemos que las leyes del desarrollo histórico, las del espíritu y la razón son las mismas, lo cual le lleva a afirmar: «Todo lo real es racional, y todo lo racional es real».
  • La libertad se logra cuando conocemos la realidad y dejamos de enfrentarnos a ella.