SCHELLING

La filosofía de Schelling estuvo en continua evolución. Al principio, su pensamiento se basaba en esencia en un análisis profundo de las ideas de los filósofos alemanes Immanuel Kant y Johann Gottlieb Fichte y de las del filósofo holandés Baruch Spinoza. El principio fundamental de esta fase de su trabajo es la identidad del sujeto y el objeto, que llegó a ser la base de una filosofía de la identidad que era panteísta en su naturaleza general, equiparando a Dios con las fuerzas y las leyes del universo. Para Schelling no son aceptables ni el criticismo, que considera al sujeto como un objeto, ni el dogmatismo, que hace un absoluto del objeto. En el lugar de la sustancia, dice, debe colocarse el yo absoluto y entonces puede plantearse la libertad como el objeto de una intuición intelectual. En su segunda época, rechazando el panteísmo como negativo, desarrolló lo que él llamaba una filosofía positiva, en la que definía la existencia humana como el modo de reserva por parte de lo Absoluto. La esencia de la humanidad es la libre actividad creativa.


HEGEL Y SU FILOSOFIA

Hegel es el más constante y reflexivo de los pensadores idealistas. Su inmenso proyecto filosófico encierra los objetivos de sistematizar las concepciones que le antecedieron y crear un nuevo aparato conceptual que posibilite la comprensión del conocimiento y de todas las dimensiones de la naturaleza humana. La recepción de la filosofía de Hegel será determinante para entender la evolución de todo el siglo XIX.

Principales temas en la obra de Hegel

  • El espíritu: conjunto de manifestaciones y potencialidades del sujeto en permanente desarrollo, que adquiere diferentes formas.
  • La dialéctica: principio que estructura la realidad y el conocimiento. Expresa las relaciones de oposición, mediación y superación a partir de las cuales deviene el todo.
  • La historia: es un proceso sujeto a la «astucia de la razón» y encarna las distintas fases por las que atraviesa la libertad de los hombres hasta su definitiva realización en el Estado.
  • El cristianismo: fue objeto de reflexión en sus libros juveniles. Considera que el contenido de la religión cristiana coincide con el contenido de la verdadera filosofía.

La filosofía del joven Hegel


La fenomenología del espíritu


El espíritu es el poder sobre lo sensible y lo externo, lo que permite configurar un sentido de lo ideal. El hombre, como espíritu, encierra tensiones entre lo que sabe del mundo y lo que quisiera que fuera el mundo, entre el mundo de la naturaleza y el del ideal. Esta distinción es lo que Hegel denomina Espíritu finito.
El espíritu adquiere diferentes formas de conciencia que culminan en una conciencia total o «conocimiento absoluto», que se puede describir como la autoconciencia del espíritu. Cuando el espíritu no toma conciencia de sí como oposición radical entre el ideal y la realidad, el resultado es una conciencia desgraciada.

La conciencia desgraciada

  • La conciencia desgraciada aspira a ser independiente del mundo material, a ser eterna y espiritual. Al mismo tiempo, se reconoce como parte del mundo físico y sensible, produciéndole penalidades. Esto divide al individuo, le enfrenta a sí mismo y le hace creer que todo lo bueno es obra de Dios.
  • Una conciencia desgraciada no comprende que las cualidades espirituales de Dios son de hecho cualidades del propio individuo.
  • La conciencia desgraciada es una conciencia alienada que proyecta su naturaleza en un lugar fuera de su alcance y convierte el mundo real en un mundo miserable.

Conclusiones

  • Cuando el espíritu llega a conocerse a sí mismo como la realidad última y definitiva y cuando comprende que todo lo que le era ajeno y hostil forma parte de él, el proceso dialéctico lleno de tensiones y conflictos llega a su fin. Este final es el conocimiento absoluto.
  • Dicho final coincide con un estado de libertad, porque el espíritu ya no está controlado por fuerzas externas, y es capaz de aplicar su principio de racionalidad al mundo con el fin de organizarlo.
  • Una vez constatado que la autoconciencia se convierte en libertad porque el espíritu es la realidad última, comprendemos que las leyes del desarrollo histórico, las del espíritu y la razón son las mismas, lo cual le lleva a afirmar: «Todo lo real es racional, y todo lo racional es real».
  • La libertad se logra cuando conocemos la realidad y dejamos de enfrentarnos a ella.


FICHTE

Fichte puede ser considerado un continuador de la obra de Kant con una característica especial: todo su pensamiento está impregnado de una alta dosis de patriotismo, que puso las bases para el posterior nacionalismo alemán.

Características:
  • Da prioridad al pensamiento sobre la sensación.
  • Defiende una concepción orgánica y dinámica de la Historia.
  • La Naturaleza está concebida como algo espiritual e interpretada teleológicamente.
  • La base de la cultura radica en el poder creativo del espíritu.
  • La ética se apoya en el impulso y el temperamento individuales.


Principios fundamentales de la filosofía:
  • El Yo se opone a sí mismo en un acto de libertad y de autoafirmación.
  • El Yo se opone a un No-Yo (el mundo) que lo coacciona y somete. Tiene relación mediante la sensibilidad.
  • El Yo y el No-Yo se anulan parcial y mutuamente, lo que da lugar a un reparto en la determinación de la doctrina de la ciencia teórica y en la de la ciencia práctica.
La función del sabio:
Dentro de la sociedad existen conflictos originados por los diferentes ideales, que dividen a los hombres en superiores e inferiores. El sabio es una figura especial que reúne la capacidad para actuar sobre los demás y posee la capacidad para extraer el mejor provecho de los demás.
El sabio, con su conocimiento y el poder para dirigir la sociedad, garantiza la coherencia social. El sabio está por encima de cualquier otro estamento social, pero sólo existe para el bien de la sociedad.
El deber de autoafirmación:
La verdadera vocación del hombre es la completa concordancia consigo mismo. Esto significa la lealtad a los ideales espirituales y la realización plena de su voluntad. Esta lealtad tiene que asumirse como un deber de autoafirmarse y reconocerse.



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SÍNTESIS (NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN)

La verdad entre el ser y la nada, reside en su conversión recíproca. El paso de la nada al ser y del ser a la nada. Esto es, el devenir, síntesis en la cual el ser y la nada se integran y cobran sentido. No se trata de un devenirtemporal, aún nada se dice del tiempo. El devenir es movimiento lógico puro.



Y así, la síntesis, se convierte en la tesis de una nueva antítesis. El devenir puro es inconcebible, para que éste exista, ha de haber algo que devenga. El movimiento dialéctico continua buscando una nueva síntesis más concreta y determinada.

ANTITÉSIS (NEGACIÓN)

Al hablar del ser, aparece entonces, una segunda categoría, su contrario: la nada. El ser se esfuma cuando tratamos de captarlo y nos viene a la mente su contrario. Y así comienza el movimiento dialéctico.
Tampoco puede decirse algo de la nada puesto que también es indeterminación pura. Hegel los considerará opuestos absolutos.
El ser y la nada son absolutamente distintos pero a su vez, inseparables. Porque al intentar separalos, uno se desvanece en el otro.